El Duelo y sus etapas
Muchos
creen que en el duelo hay que dejar pasar el tiempo que todo lo cura y
considerar el sufrimiento como propio, exclusivo y no compartible.
Otros creen que es un continuo lamento y se sitúan en una vida eternamente infeliz.
O que el duelo es para olvidar o para dejar de amar al ser querido muerto.
La perdida de un ser querido es un proceso difícil al que los psicólogos denominan PROCESO DE DUELO
Se
define como el conjunto de manifestaciones fisiológicas, intelectuales,
emocionales, conductuales y espirituales que se manifiestan como
consecuencia de una perdida.
En ninguna otra situación como en el
duelo, el dolor producido es TOTAL: Es un dolor biológico (duele el
cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y
su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros), y espiritual
(duele el alma).
FINALIDAD DEL DUELOLa finalidad de un duelo
es dar expresión y cause sano a los sentimientos, serenar el sufrimiento
dominando la pena de la separación, aceptar la realidad de la muerte y
amar con un nuevo lenguaje de amor al fallecido.
Y en este proceso debemos encontrar un significado a nuestra vida.
“Quien tiene un PORQUE VIVIR, encontrará siempre el COMO”
ETAPAS DEL DUELOQuienes
atravesamos por un proceso de duelo transitamos por una serie de etapas
o vivencias comunes, aunque cada una se caracteriza por una amplia
variedad de respuestas humanas.
Las reacciones que se presentan en cada una de las etapas son totalmente normales y esperables.
Muchos
autores de libros sobre el duelo piensan que el duelo se desarrolla en 5
etapas o fases, que aunque reciben diferentes nombres según el autor,
tienen las mismas características:
1ª etapa: Impacto y Negación.
2ª etapa: Conciencia de la perdida.
3ª etapa: Conservación o Retraimiento.
4ª etapa: Cicatrización o reacomodo.
5ª etapa: Recuperación y sanación.
1ª etapa: Impacto y NegaciónSus características son:
Incredulidad, confusión, inquietud, confusión, oleadas de angustia
aguda (agitación, llanto, sensación de ahogo, respiración suspirante
vació en el abdomen, preocupación por la imagen del muerto),
pensamientos obsesivos y algunos sintomas físicos. (debilidad muscular,
temblor incontrolable, perplejidad, mareos y palpitaciones)
2ª etapa: Conciencia de la perdida (desorganización)A
medida que los síntomas y reacciones iniciales gradualmente pierden su
intensidad y la persona acepta intelectualmente la nueva situación,
comienza la segunda etapa.
Ansiedad de separación, estrés prolongado,
agresividad, impotencia, frustración, hipersensibilidad, transtornos
del sueño, miedo a la muerte, comportamiento de búsqueda, sentir la
presencia del muerto.
En esta etapa llena de conflictos surge la
culpa real o imaginaria, aparece con sentimientos y pensamientos de “SI
HUBIERA . . .”
La culpa puede tomar varias formas:
Sentirse culpable de estar vivo. Auto acusaciones. Culpa fantasiosa
Recapacitar
de lo ilógico que es sentir culpa por algo que no podemos cambiar y que
no estuvo en nuestras manos hacerlo, disminuirá la culpa y allanara el
camino para la resolución de un duelo sano.
3ª etapa: Conservación, retraimientoAislamiento,
impaciencia, fatiga y debilidad, repaso obsesivo, apoyo social
disminuido, necesidad de sueño, desesperación, desamparo, impotencia.
4ª etapa: Cicatrización o reacomodoEl
doliente va dejando poco a poco su mundo emotivo y vuelve a tener una
perspectiva, realiza un balance entre lo que ha perdido, lo que le queda
y lo que ha aprendido.
Características:
Reconstruir la forma de
ser, retomar el control de la propia vida, disminución gradual del
estrés, aumento de energía física y emocional.
5ª etapa: Recuperación y sanaciónEn esta etapa retomamos el control sobre la vida. Es tiempo de dejar partir e iniciar nuevas relaciones.
Se
nos brinda la ocasión de ir al interior de uno mismo y descubrir los
recursos profundos, pues el sufrimiento vivido concientemente es con
frecuencia un estimulo para evolucionar y abrirse a los demás. Por eso
es importante vivir a fondo las cuatro primeras etapas, antes de pasar a
la quinta.
El doliente esta ahora listo para perdonar y pedir perdón al difunto por las faltas y heridas que hayan marcado su relación.
Esta también dispuesto a perdonarse a si mismo y a dar gracias al ausente por la experiencia que le ha heredado.
Tipos de dueloANTICIPADO: precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse anímicamente.
RETARDADO:
es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva
en el momento de la perdida, pero no va en proporción con el significado
de la perdida de un ser querido. El pesar se manifiesta con cierta
exageración más adelante cuando la perdida es reactivada por una perdida
menor.
CRONICO: Es un pesar inusitadamente intenso que no diminuye con el tiempo y, por lo tanto, se transforma en una manera de ser.
EMERGENTE: El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.
PATOLÓGICO:
El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el
retraso del duelo, o la ausencia de este, hasta un duelo muy intenso y
prolongado.
NEGADO: Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la perdida.
EXTRAORDINARIO:
Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio,
homicidio, tortura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.
SALUDABLE
O POSITIVO: Te planteas el gran desafío de reincorporarte al mundo a
partir de una nueva identidad, de un nuevo conocimiento de nosotros
mismos, en el cual no esta incluido nuestro ser querido fallecido, lo
que no significa que vayamos a olvidarlo.
Recomendaciones para un duelo sanoLLORAR: es humano y es una reacción normal ante la muerte de un ser amado.
HABLAR: es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros estados de animo.
CONVERSAR
CON OTROS PADRES: acercarse a un grupo de ayuda mutua puede aliviar en
gran medida nuestro dolor, al escuchar a otros padres como sobreviven,
es una esperanza.
RECONOCER LA PERDIDA: admitir la perdida nos permitirá avanzar en la aceptación.
ESCRIBIR LO QUE SE SIENTE: nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones.
CULTIVAR EL AFECTO Y EL AMOR MUTUO EN LA PAREJA: mantener comunicación con el cónyuge.
PRESTAR ATENCIÓN Y CONSOLAR A NUESTROS HIJOS: ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.
RESPETAR EL DOLOR DEL CÓNYUGE: Se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra pareja.
CONSULTAR A UN PROFESIONAL: Asistir con un Psicólogo para recibir orientación y consejo.
EVITAR
TOMAR RESPONSABILIDADES O DECISIONES IMPORTANTES: Aplazar las
decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar
de trabajo.
DUELO EN PAREJALuego de la dramática pérdida
de un hijo, cada uno de los padres asume su propio dolor y la relación
de pareja no ocupa un primer término.
Existe una gran variedad de patrones de comportamiento frente a la perdida de un hijo y todos son validos.
Por lo general son las mujeres las que expresan sus sentimientos mas abiertamente y lloran en forma mas frecuente.
En cambio los hombres inhiben el dolor y no muestran sus sentimientos.
Según
La sociedad y nuestra cultura “El hombre comparte lo que hace, no lo
que siente”, aunque por dentro sienta rabia, frustración, impotencia,
culpabilidad y sentimiento de fracaso como protector.
Es frecuente que se produzcan tensiones y conflictos en la vida de pareja como:
No coincidir con la forma como el otro vive su perdida
Culpar a la pareja
Falta de sincronización en las etapas del duelo
Duelo en niños y adolescentesPodemos
pensar que los niños no comprendan lo que es la muerte, pero son
perfectamente sensibles a los cambios que se producen en la casa y a la
ausencia del contacto físico con la persona fallecida.
La reacción
casi inmediata de un niño al enterarse de la muerte de un ser querido
gira en torno a tres preguntas: ¿la cause yo?, ¿me puede ocurrir a mi, a
papá o a mamá?, ¿quien cuidará de mi?.
Se debe dar respuesta a estas preguntas según el nivel de entendimiento de cada niño.
Un niño puede fantasear que él tiene relación con la muerte del ser querido o puede pensar que la muerte es “contagiosa”.
Algunos síntomas significativos que se manifiestan en la conducta de los niños son:
Cansancio o hiperactividad
Sentido de vulnerabilidad
Miedo por su seguridad y por sus seres mas queridos.
Problemas de atención y memorización
Falta de sueño y apetito.
A
los niños siempre hay que hablarles con la verdad y tratar de responder
de la mejor manera a todas las preguntas o dudas que pudieran tener.
Y
en el caso de que uno o más síntomas permanezcan de manera prolongada,
solicitar ayuda profesional para valorar la situación y facilitar la
aceptación de la muerte.
Por : Psiquiatra Luís Jorge Gamboa Albornoz