lunes, 9 de septiembre de 2019

NO HE MUERTO .




"NO HE MUERTO "

No llores al pie de mi tumba
porque yo no estoy allí,
dirige tu mirada al cielo
y en él me encontrarás.
Soy la nube, la gota de lluvia,
así como el sol y las estrellas
de este infinito firmamento,
el canto del mar
y la luz en tus momentos
de densa oscuridad.
¿Acaso no me ves?
Mira bien…
Porque estoy en el vuelo
y dulce trino de las aves.
Te abrazo con la brisa…
Piénsame mientras lo hago
y así me sentirás.
No me llores
al pie de una tumba
porque mi morada
está más allá.
Búscame entre la hierba fresca
y el aroma de las flores
porque es así
que Dios me permite
poderte abrazar.
¡Estoy vivo!
Yo no he muerto,
habito en ti y en los demás.
No es esta tierra mi Castillo
ni un lugar para echar raíces
y quedarse a descansar,
porque la vida es una escuela
con caminos de esperanza,
donde se aprende a valorar
el amor, la risa, el llanto y el pesar.
¿Por qué me lloras
si yo no he muerto?
Vivo en ti
y en tu cantar
¡Vive, produce, comparte
y da a manos llenas
amor sin reparar,
porque Dios ama sin fronteras
y nos ayuda a cargar
el peso de nuestra cruz
con justicia y equidad.
No, no me llores en la tumba
ni en ningún otro lugar…
Hoy soy feliz, eterno,
sabio e inmortal.
No te sientas solo
yo te acompañaré
a donde vayas
todo el tiempo
¿Sabes por qué?
Porque ahora tengo
el don de la ubicuidad.
No me llores
frente a una tumba
en el Campo Santo,
dame ramos de oraciones
de alegrías y de cantos.
Sonríe te lo pido
ahora estoy más que nunca vivo
aunque no te parezca cierto,
porque gracias a Dios
y a su infinita misericordia
nunca he muerto.
Tan solo eclosionó el capullo
para volar de esta tierra
y renacer con alas
como un ser nuevo.
Quizás cuando estés
viendo el mar
sentado en la arena
mis versos en las olas
a tus oídos un día lleguen.
Búscame en la arcilla
con la cual el Creador
moldeó el cuerpo del hombre,
que incrustado en ti estoy,
no, no como una costilla
sino en el pecho
latiendo como tu corazón.
Recuérdame siempre
en esas palabras
moldeadas como versos
con mi pluma artesana
y verás que muchas de ellas
se tornarán ante tus ojos
como frases mágicas,
que convertidas
en semillas aladas,
girando en el viento
serán en tu alma gotas de miel
salpicando la piel
de los hombres
en toda la extensión de la tierra.

(disculpen desconosco el autor)




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