Heces
Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena;
viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las
cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"
Mis violentas flores negras; y la
bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de
su dignidad
con óleos quemantes el punto final.
Por eso esta tarde,
como nunca, voy
con este búho, con este corazón.
Y otras pasan; y
viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi
hondo dolor.
Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de
vivir, corazón!
Cesar Vallejo.
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