ANTES DE SER MAMÁ...
Yo comía mi comida caliente, mi ropa lucía planchada y limpia todo el
día, podía sostener largas y tranquilas conversaciones telefónicas.
ANTES DE SER MAMÁ...
Me dormía tarde, tan tarde como quería, y jamás me preocupaban las
desveladas, cepillaba y cuidaba mi pelo, lucía uñas largas y hermosas,
mi casa estaba limpia y en orden, no tenía que brincar juguetes
olvidados por todos lados.
ANTES DE SER MAMÁ...
No tenía que limpiar comida del piso, ni lavar las huellas de pequeños deditos marcadas en los vidrios.
Tenía control absoluto de mi mente, mis pensamientos, mi cuerpo y mi
aspecto físico, dormía toda la noche y los fines de semana me relajaba.
ANTES DE SER MAMÁ...
No me entristecían los gritos de los niños en la consulta médica, no
tuve jamás que detener con lágrimas en mis ojos una piernita que sería
inyectada.
ANTES DE SER MAMÁ...
No conocí la felicidad total con sólo recibir una mirada, no pasaba horas mirando la inocencia dormir en la cuna.
ANTES DE SER MAMÁ..
Nunca sentí que mi corazón se rompía en un millón de pedazos al no poder
calmar el dolor de un niño, nunca supe que algo tan pequeño podía
afectar tanto mi mundo.
Nunca supe que podía amar de ese modo, nunca supe que amaría como una MADRE.
ANTES DE SER MAMÁ...
Yo no conocía el sentimiento que provoca tener mi corazón fuera de mi cuerpo.
No sabía que tan especial me sentía al alimentar un bebé hambriento.
No sabía de esa cercanía inmensa entre una madre y su hijo.
ANTES DE SER MAMÁ...
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