jueves, 14 de junio de 2012

Felicidades a ti , papá...









Si tú eres un papá que se pregunta con frecuencia si está llevando a cabo una paternidad responsable, quiero que sepas que no eres el único.

Está es precisamente una  de las preguntas más frecuentes de nuestra generación debido a la enorme avalancha de la información y  a las diversas influencias culturales dadas a través de los medios electrónicos, en donde nuestro valores y enseñanzas se ven atropelladas cada día, generando un sinfín de confusiones respecto al trato y la educación que debemos dar a nuestros hijos.

¿Deseas ser amoroso al mismo tiempo que estricto? ¿Ofrecerle a tus hijos tu amistad al mismo tiempo que exigir su respeto? ¿Quieres dejarlos disfrutar su niñez o adolescencia al mismo tiempo que enseñarles el valor del esfuerzo, el trabajo y la responsabilidad?
¿Te cuestionas cada paso que das, cada momento de debilidad ante el rostro de tu pequeñ@ o sus dulces ojos?

Desde luego no tengo el secreto de la paternidad perfecta, ni la fórmula mágica para lograrlo por el camino más fácil y rápido, pero lo que te doy por cierto es que el respeto, la amabilidad, el establecimiento claro de límites, la honestidad, el trabajo, el compromiso, el dar sin esperar recibir, el amor, la responsabilidad y la bondad te hacen ser un buen padre.

A continuación las acciones que yo considero que hacen de un hombre el mejor papá del mundo:

-Siempre antepone las necesidades de sus hijos a sus necesidades

-Respeta a la madre de sus hijos, aún si ya están divorciados

-Los motiva a ser siempre los mejores

-Les ayuda a tomar decisiones cuando ellos tienen dudas

-Se gana el derecho y el respeto a ser escuchando  a través del ejemplo y no de la violencia

-No deja pasar un día sin decirles lo mucho que los quiere

-Aprende a cambiar pañales

-Toma cursos de primeros auxilios cuando va a nacer su primer hijo

-Les desea dulce sueños y los abraza al amanecer con una sonrisa en su rostro.

Si tú eres un papá que lleva a cabo una o más de estas acciones, ¡Te felicito de todo corazón! Estás formando a unos seres humanos maravillosos.


Por:  Mariano Osorio.



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